El 5 de marzo 2008, las autoridades vinieron para intentar poner en servicio el colector de aguas servidas de la Perla. Los vecinos del colector se opusieron formando una cadena humana para impedirles acercarse a la infraestructura.

Desde este día se organizaron y siguen luchando tratando de hacer conocer el caso e impedir de manera irrevocable el uso de este colector.

Este colector está ubicado a 40 metros de las primeras casas y los dos tubos de concreto botaran las aguas usadas al aire antes de caer al mar. Eso quiere decir que la brisa marina rebotara una parte de los desechos al aire generando una contaminación directa para la gente viviendo acerca.

Este problema revela también que una parte de estos colectores ubicados en la costa limeña botan aguas servidas que no están tratadas previamente. Entonces van botando agua de uso domestico y de uso industrial. Sabiendo que la mayor parte de las actividades industriales se encuentran en el sector minero podemos deducir que las aguas servidas pueden estar, además de estar cargadas de desechos humanos, cargadas de plomo, mercurio y otros productos tóxicos.

Es una contaminación tremenda para los ecosistemas del mar.
En este caso ¿qué pensar de nuestro rico ceviche?…

Este problema no concierne solamente los vecinos del colector de la Perla sino también todos los ciudadanos de Lima, del Perú y del mundo. Es un problema de contaminación de un patrimonio común que tenemos que resolver. Ya basta de estas negligencias justificadas por carencias de presupuesto o de capacidades técnicas: ¡es una mentira!

Lima cuenta con varios colectores similares a lo de la Perla que están en actividad. El problema que revela el caso perleño empuja a reaccionar para que todo el sistema de aguas servidas sea revisado y resuelto.








Colector de La Perla - Callao - Lima
Altura 26 de la avenida la Paz